viernes, 15 de abril de 2011

De Caracas con amor

Escrito por Gustavo Valdez

Que Argentina no es Venezuela está tan claro que hasta un pequeñín podría aclarárnoslo.
Sin embargo, el rumbo que hoy toma la lucha de clases en Argentina, luego de la muerte de Néstor Kirchner, justifica aventurar algunas analogías, sólo algunas.


¿En Argentina, también hay escuálidos?

Bueno, no del todo todavía pero hay sectores que mutan hacia forma engéndrica de la derecha que tan ingeniosamente denominó la vox populi venezolana.
Desde el punto de vista social y económico, la base de sustentación de la derecha es más fuerte que en Venezuela, debido al desarrollo y diversificación de la economía argentina.
Todas las palancas fundamentales de la economía están en manos monopolicas. En Venezuela también pero centralmente la economía en Venezuela pasaba y pasa aún por el petróleo.
Tanto odio generó Chávez por acercar a la “chusma” a las esferas del poder, que la declaración de guerra no tardó en llegar; al poco tiempo de asumir, la oligarquía venezolana asestó un golpe de Estado a la voluntad popular, con la nada despreciable ayuda de la red de medios privados y monopólicos, todo el empresariado y la Iglesia, cerrándose sólo el canal estatal.
Sin embargo el pueblo había despertado ya antes, y no estaba dormido cuando fue el golpe.
Organizó la resistencia, la recuperación y liberación de Chávez, y la reasunción del poder.
Las masas hablaron por primera vez en este nuevo proceso, y dieron muestras de su enorme fortaleza….y lo volverían a hacer muchas veces más. Elecciones parlamentarias, reelección presidencial, referéndum revocatorio, más elecciones parlamentarias, las nacionalizaciones, el apoyo a Cuba, a UNASUR, el aborto del ALCA
A todo esto intentó hacer frente la burguesía, movilizando su base de apoyo cada mas débil. Todos sus intentos fracasaron, uno tras otro, de allí lo de escuálidos; por su escasa fuerza para frenar el proceso revolucionario.

En Argentina van creciendo los escuálidos.

Tal vez no se llamen así; tal vez se llamen Titis, por ser no tener la altura para llegar ni siquiera a Gorilas. Ya lo veremos, pero empieza a verse ese complejo de impotencia que manifestara en Venezuela la burguesía local.
Ha perdido ya varias batallas la derecha otrora “gorila”. No pudo frenar la ley de matrimonio igualitario, intenta retrasar como puede (y con complicidades judiciales) la aplicación plena de la ley de medios, perdió la batalla por el control de la BCRA, debe soportar el embiste de la burocracia sindical, masculla odio de clase mientras se efectiviza la ayuda limitada de la asignación universal por hijo, ve impotente como se deshace la otrora poderosa Mesa de Enlace Pro patronal del Agro, presencia como uno a uno se condena a todos los genocidas y sus cómplices mientras la memoria por los desaparecidos se reaviva constantemente; no puede enfrentar al gobierno con una sola figura de peso que logre aglutinar algo más que reclamos detrás de sí, vio caer a su delfín blanco Cobos, a Felipe Sola, a Reutteman, a Das Neves, de Narváez (dudoso ganador en la ultima electoral provincial), el otro pollo de la derecha el radical Sanz ya claudicó, Duhalde se sumerge en la pequeña y estéril interna del peronismo federal y los nervios de Clarín provocan casi ternura, pues devuelve como puede todo los golpes del gobierno y en algunos casos termina peor que antes.
Una buena parte del establishment se ha sentado a negociar, en parte porque la tormenta de la economía mundial arrecia por fuera, en parte por buenos negocios en el país…en parte por la impotencia de su debilidad social y política.

Aquí y allá, sin tregua.

Pero estos protoescuálidos  no permanecerán pasivos siempre, pese a su actual debilidad. Así como en Venezuela, no alcanza con mantenerlos a raya, tienen miles de empleados en los medios de comunicación, a burócratas en los gobiernos, golpistas en las FFAA, y la protección del imperialismo.
Es necesario expropiarles el alto poder que conservan desde sus monopolios y empresas.
Es necesario ocupar sus fábricas y empresas y tomarlas bajo el control democrático de sus trabajadores;
Es necesario sacarles las caretas todos los días y denunciar quiénes son, estos hacedores de las noticias mentirosas y de la gestión antipopular;
Hoy, la opereta de derecha y todos sus secuaces (incluso dentro del gobierno “nacional y popular”) se parece mucho en todo el continente...pero su recomposición y fortalecimiento es también un peligro real si se los menosprecia, y no son llevadas adelante las tareas imprescindibles para instaurar la equidad, la justicia, el poder popular y democrático, derrocando al poder capitalista y construyendo el socialismo con un fuerte movimiento politico independiente de las masas trabajadoras, juveniles y populares.

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