Compañeros, amigos, lectores, camaradas, tod@s
Queremos compartir
con ustedes un lugar donde expresarte libremente y decir lo que quieras.
Plumas y Espadas. Un blog donde vivir y sentir eso de que la
puma es más poderosa que la espada.
En este lugar se albergan interesantes debates y
puntos de vista que suman a nuestro conocimiento y entendimiento de la realidad.
Publicamos a continuación una nota de Fabio de PyE que
plantea si hay salida a la realidad social y el capitalismo.
Nosotros estamos absolutamente convencidos de que si. De que
otro mundo es posible.
Vemos como el capitalismo es un sistema en declive, caduco y
agotado históricamente que hoy se encuentra altamente cuestionando por millones
en el mundo entero. Y todas las
perspectivas señalan que este cuestionamiento va en aumento y no se vislumbra
su techo.
América Latina hace ya varios años que se encuentra atravesada
por un fermento revolucionario que se expresa en distintos procesos de cambio y
que han hecho avanzar de gran manera la consciencia de millones de trabajadores,
campesinos y estudiantes.
Vemos en Venezuela la punta de lanza del cambio, ya que ha
sido la Revolución Bolivariana y sus trabajadores los que han dicho que
necesitamos superar el capitalismo y esta superación solo será posible a través
del socialismo.
Que podemos decir de Europa que se encuentra sacudida de
pies a cabeza por millones de indignados que ven claramente al capitalismo o
sea a la dictadura de los empresarios y los banqueros, como el causante del
desastre social que esta ocurriendo en sus países.
O el mundo Árabe cuya “primavera” no es otra cosa que un
proceso Revolucionario electrizante.
El capitalismo será superado históricamente gracias a la acción
consciente de lo explotados de siempre, nuestra fe ardiente en el futuro de la
humanidad solo es reflejo de la realidad concreta confirmada en los hechos y en
la acción.
Los invitamos entonces a leer este aporte al debate que
denuncia al capitalismo como el gran mentiroso y el gran manipulador en aras de
sostener el statu quo.
Por supuesto recomendamos pegarle una buena recorrida a todo el blog.
Por Fabio Pássaro
“Hay días para quedarse a mirar, hay días en que
hay poco para ver” decía Andrés Calamaro alguna vez. Cierto que el azar es algo
incontrolable y que se da de manera cotidiana y casi imperceptible en la vida
de todos. ¡Cierto! diría aquel que no tiene en cuenta muchos otros factores, y
que tiene la vista nublada por lo que mamó desde pequeño. Todo está digitado y
todo tiene un punto de fuga, al menos todo lo que nosotros conocemos y palpamos
día a día.
Este es un debate delicado y muchísimo más amplio
del que cualquiera de nosotros nos podemos imaginar, y de impensable tela para
cortar. No alcanzarían los días para ponernos de acuerdo respecto de la manera
de ver la realidad. De hecho, múltiples filósofos han pasado gran parte de sus
vidas tratando de darle un sentido concreto a sus teorías y aplicarlas a
sistemas que tal vez nunca cambien. Desde el idealismo de Hegel hasta el
concepto de hegemonía de Gramsci, desde Marx y Engels hasta Poulantzas y
Althusser. Todos armaron sistemas de significación en busca del entendimiento
de la realidad.
Lo que hay que tener en cuenta es que el sistema
capitalista es no sólo un modelo de acumulación y distribución de la riqueza,
sino que escapa de la base económica para entrar en relación con la
superestructura ideológica creando una relación dialéctica que causa múltiples
reconfiguraciones de la realidad. Dicho en palabras más fáciles, el hecho de
que vivamos bajo el ala de un sistema donde los medios son propiedad de pocos,
y donde la distribución de la riqueza no es equitativa, hace que la dominación
ideológica se haga inevitable. Nuestra manera de actuar y de ver las cosas está
reglada por esta dominación imperceptible, impregnada en el sentido común y en
nuestra manera de ver las cosas. Los espejitos de colores son evidentes, y el
encasillamiento de la gente también, pero casi nunca se puede salir de este
enjambre tan bien tejido.
Los responsables de esta dominación son los
sistemas hegemónicos, que día a día resignifican los mensajes para darles un
sentido que se impregne en nuestro sentido común. La distribución de esos
mensajes está a cargo de los intelectuales de turno, presentes en los medios de
comunicación y en las frías oficinas burocráticas. Todo el tiempo nos llenan la
cabeza, las calles y el corazón de signos que buscan controlar la realidad
social y anular la posibilidad de revolución.
Un sistema cultural tiene dimensiones macro y
dimensiones micro. Seria irrisorio pensar que la acción del hombre (por más
organizada que sea) pueda mover un centímetro de un proceso macro como el
sistema capitalista, pero si se puede pensar que un proceso menor, como las
relaciones interpersonales o de intercambio cultural y económico, puede
resignificarse y estar acorde con las necesidades del pueblo. Es un proceso
arduo, de lucha y de conocimiento de clase.
Lo que pretendo hacer es dar cuenta de la situación
en la cual nos encontramos inmersos sin darnos cuenta. Pido escaparnos de las
garras de conformismo del sentido común para así poder ser críticos y
analizar las cosas desde otro ángulo. No vamos a eliminar la represión
ideológica, pero por lo menos vamos a entender mejor las cosas, y poder
organizar nuestras propias herramientas de entendimiento de la realidad.
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