El sábado pasado publicamos la primera parte de este interesantísimo análisis
realizado por los compañeros Pesuvistas de Lucha de Clases.
Hoy compartimos la segunda parte de esta nota que consideramos como un gran aporte
al debate acerca de como llevar para adelante la Revolución Bolivariana.
En esta segunda entrega se analiza y profundiza en el papel que esta jugando
el PSUV de cara a la batalla electoral del 7-O dejando en evidencia las
deficiencias que tiene la dirección del partido al intentar desligar la lucha
por el Socialismo de las luchas por las reivindicaciones de los trabajadores y demás
sectores populares en contraposición de la fuerza creadora de las bases que
exige ir mas allá.
Sin más preámbulos los invitamos a leer, comentar y difundir el artículo.
Escrito por Lucha de Clases
La campaña oficial del PSUV y las luchas reivindicativas
Lamentablemente, buena parte de la
dirigencia nacional, regional, municipal y local del PSUV no comprende
en absoluto la conexión que existe entre la conciencia política de la
militancia revolucionaria y del pueblo en general, y la lucha por sus
reivindicaciones materiales, como consecuencia de su ideología pequeño
burguesa y reformista, o mejor dicho, entienden esa relación de manera
inversa.
Una de las actividades centrales
desarrolladas por el PSUV en la campaña que ha sido realizada hasta
ahora es el denominado “casa por casa”, que es un actividad en la cual
los militantes del partido realizan visitas a cada uno de los hogares de
la población que siempre ha votado por el presidente Chávez, o que por
lo menos siempre ha simpatizado fuertemente con la revolución. En estas
visitas, se hacen encuestas sobre las necesidades sociales de cada una
de las familias visitadas, y se indaga si dicha familia ha sido atendida
por alguna de las misiones recientemente creadas (Amor Mayor e Hijos e
Hijas de mi Patria Venezuela). Si en alguna familia hay adultos mayores
que no tengan pensión, o hay menores de edad y la familia se encuentra
en situación de pobreza, sean los respectivos padres desempleados o no,
entonces esa familia será incluida en las respectivas misiones, y se le
otorgará una beca de 430 Bs. por cada menor de edad, asimismo, si el
respectivo adulto o adulta mayor no goza de pensión, también ésta le
será otorgada.
Ahora
bien, debemos preguntarnos, sien una familia determinada es la carencia
de un empleo por parte de uno o de ambos padres de la familia, la causa
central de su situación precaria, ¿Qué solución puede plantearle el
militante que está realizando el “casa por casa”, además de la beca para
sus hijos e hijas? La repuesta es ninguna. Y la respuesta es ninguna
debido a que desde su creación, la dirigencia del partido todavía no ha
planteado ningún programa de empleo, que bien podría y debería estar
basado en el diagnóstico que hemos planteado arriba, ya que esa es una
situación real de nuestra economía, pero lo más grave aquí es que la
dirigencia del PSUV no ha planteado a las bases realizar un profundo
debate sobre el problema del desempleo en las asambleas locales del
partido, ni en las patrullas, ni en ninguna otra instancia del mismo, a
fin de construir colectivamente un programa de acciones concretas para
resolverlo. Todo apunta a concluir que no existe voluntad política de
nuestros dirigentes para llevar a cabo esta necesaria tarea.
Los marxistas del PSUV no nos oponemos
en lo absoluto al programa de becas de las referidas misiones, por el
contrario, son medidas urgentes que se han tomado en la revolución para
contrarrestar los niveles de pobreza de cientos de miles de familias
venezolanas, elevando sus niveles de ingreso, y eso es algo que
obviamente apoyamos, sin embargo, esa no es una solución firme al
problema de la pobreza.
Al otorgarse las becas de la misión
hijos e hijas de mi patria, se está con ello elevando el nivel de
liquidez en la economía venezolana, es decir, se está elevando la
cantidad de dinero circulante en el mercado capitalista de nuestro país.
Dicho aumento en la liquidez, a su vez significará un aumento
considerable en la demanda de bienes y servicios en el mercado nacional,
por parte de todas estas familias que antes no gozaban de tales
ingresos, pero, debido a las razones que hemos explicado en detalle en
los párrafos anteriores, éste aumento de la demanda no va equiparado con
un aumento en la oferta de bienes y servicios, al contrario, el
sabotaje económico que sufre la revolución todos los días se traduce en
una reducción considerable de la oferta de bienes y servicios en el
mercado nacional.
Al darse un incremento considerable en
la demanda mientras la oferta se mantiene estancada o incluso se reduce,
ese produce de manera inevitable un crecimiento considerable de la tasa
de inflación, la cual ha alcanzado niveles cercanos al 30% durante los
últimos 3 años, generando esto un impacto negativo sobre el nivel
adquisitivo de las familias venezolanas. Si bien es cierto que existen
una serie de políticas gubernamentales como Mercal y PDVAL, las
regulaciones de precios y el alza salarial anual, destinadas a elevar el
poder adquisitivo del pueblo trabajador, a la larga, si no se
nacionaliza la industria de producción, importación, procesamiento y
distribución de alimentos, entre otras medidas que deben ser tomadas,
dirigidas a abolir la propiedad privada sobre los medios de producción,
entonces la inflación continuará impactando el nivel adquisitivo de las
familias trabajadoras, y además, como consecuencia de las repercusiones
que tendrá la crisis mundial del capitalismo sobre la economía
venezolana en la medida en que la crisis se agudice más y más durante
los próximos años, sin duda este impacto negativo se agravará de manera
mucho mayor.
Ciertamente, hace unos pocos meses fue
lanzada la gran misión “Saber y Trabajo”, con la cual se plantea crear
421 mil nuevos empleos cada año durante los próximos 7 años, además, el
presidente promulgó hace pocos días la correspondiente ley de la misión
“Saber y Trabajo”, en la cual se plantea la expropiación de todos estos
galpones, plantas y fábricas cerradas y abandonadas que hemos
mencionado, pero, aunque eso esté reflejado en la ley, es necesario un
instrumento político y organizativo para que la clase obrera y el pueblo
todo puedan llevar esa medida a buen término.
Mucho antes de que fuera aprobada la
ley, ya esta idea se encontraba en discusión, tomando en cuenta que
además, fue en el año 2005 la primera vez que el presidente la planteó. A
pesar de todo ello, y a pesar de los reiterados llamados del presidente
al respecto de esta cuestión, desde la creación del PSUV, en ningún
momento la mayoría nuestra dirigencia pesuvista ha tomado en serio esta
cuestión.
Incluso ahora que ha sido aprobada esta
ley que permitiría agilizar la expropiación de todas esas empresas, lo
cual constituye un avance que para nada debemos descartar ni dejar de
lado, la dirigencia del partido no ha planteado todavía ningún tipo de
debate al respecto. Es bastante probable que muchos dirigentes, sobre
todo los más reformistas y oportunistas, ni siquiera estén al tanto
todavía de esta importante medida.
La dirección reformista del PSUV plantea una campaña aislada de la lucha de clases
Consideramos importante agregar, que en
lo que respecta a las luchas de los distintos otros sectores que
componen el movimiento revolucionario, la actitud de los dirigentes es
la misma.
Se han conformado Comandos de Campaña
Carabobo(que son los comandos de campaña para las elecciones
presidenciales, sus siglas son CCC) en todos los estados, municipios y
parroquias del país, y en cada uno de esos comandos se han designado
responsables del trabajo con la juventud, la clase obrera y los
campesinos, entre otros sectores del movimiento revolucionario, lo que
además, considerado a nivel nacional constituye obviamente un aparato
político de enormes proporciones, pero que a pesar de su tamaño ha sido
casi totalmente inoperativo por los momentos. En ninguna de las
reuniones de los comandos estadales, municipales o parroquiales se ha
discutido hasta ahora el papel del partido y de los “cuadros” del
partido en las luchas concretas de los distintos sectores del movimiento
revolucionario.
Aunque desde hace varias semanas atrás
los CCC municipales y parroquiales han comenzado a reunirse en cada
rinconcito del país, en estas reuniones, desde los niveles estadales
hasta los parroquiales, no hay ningún tipo de debate para la
construcción colectiva de un programa de acciones tácticas y
estratégicas que le permitan a nuestro partido, intervenir de manera
adecuada en las distintas luchas de cada uno de estos sectores. Todo
ello, como ya hemos explicado reiteradamente, con el objetivo de
conducirlas a victorias parciales que permitan fortalecer el movimiento
obrero y popular, tanto a nivel organizativo como ideológico, para
seguir avanzando en la lucha por la abolición del sistema capitalista,
pero además, para lograr a través de dicha intervención exitosa del PSUV
en la lucha de estos sectores, captar a más votantes para la revolución
de cara al 7-O, ya sean votantes indecisos camaradas bolivarianos que
han caído en la apatía o incluso, compañeras y compañeros trabajadores
de oposición honestos, que aunque votan a la derecha podrían ser ganados
para las filas de la revolución y el socialismo, pero hay que subrayar
que sólo una intervención adecuada del PSUV en la lucha de clases puede
lograr que se alcancen metas de este tipo.
Podemos decir con seriedad, que en la
casi totalidad de los casos, cuando militantes y dirigentes de base
honestos, plantean esta cuestión sobre la mesa en reuniones de los CCC, o
tratan de plantear la necesidad de que los miembros de los comandos
apoyen y participen en tal o cual lucha obrera o de otro sector del
movimiento revolucionario, el planteamiento se diluye en discusiones
estériles de planificación de cuanta actividad pública de campaña se le
ocurre al partido, sin importar si tal actividad realmente tendrá un
impacto político y dejará un saldo organizativo y político valioso.
Lamentablemente, como lo hemos planteado
anteriormente en este artículo, los sectores pequeño burgueses y
reformistas de nuestra dirigencia pesuvista (que por si fuera poco
abarcan grandes capas de nuestra dirigencia), no se interesan por las
luchas reales del pueblo trabajador, y en ése sentido plantean una
campaña electoral que catalogamos “de aire”, y la denominamos así,
porque en ella se plantea conquistar el apoyo de las masas trabajadoras
ganando primero sus conciencias, sin preocuparnos por sus condiciones
materiales de vida y las luchas que éstas desarrollan por transformar y
dignificar esas condiciones materiales, cuando, lo que en realidad
debemos hacer es partir de estas condiciones materiales, y de la
participación activa de nuestro partido en tales luchas, para poder
conquistar dichas conciencias.
Este accionar no es exclusivo de esta
campaña electoral, sino que ha sido una de las características comunes a
todas las campañas electorales en las que ha participado el PSUV desde
su creación.
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