Escrito por Comité de redacción Lucha de Clases
En medio de dimes y diretes, rumores de fraude entre ellos mismos, cuadernos electorales quemados y triunfalismos machacados por una obsesiva campaña publicitaria, tuvieron lugar las elecciones primarias de la oposición. Resultado: ha sido electo Henrique Capriles Radonski como abanderado para las elecciones de 7 de octubre.
En medio de dimes y diretes, rumores de fraude entre ellos mismos, cuadernos electorales quemados y triunfalismos machacados por una obsesiva campaña publicitaria, tuvieron lugar las elecciones primarias de la oposición. Resultado: ha sido electo Henrique Capriles Radonski como abanderado para las elecciones de 7 de octubre.
Más que un currículum es un prontuario lo que tiene este personaje
El ganador de las elecciones primarias
es bien conocido por su actuación durante el golpe de Estado de abril
del 2002, cuando asaltó la embajada de Cuba y permitió que sus grupos de
choque cortaran los suministros de luz y agua a la misma bajo la
amenaza pública de que no les entraría ni agua ni comida hasta que no se
entregaran. También fue junto con Leopoldo López uno de los encargados
directos de dirigir los actos de represión los días 13 y 14 de abril del
mismo año, incluyendo los arrestos y golpizas a Ministros y Diputados.
Este personaje perteneció a un grupo de extrema derecha fascista y
racista llamado Tradición Familia y Propiedad. Ganó las elecciones a
Gobernador del Estado Miranda en el 2008, y acto seguido intentó cerrar
las misiones sociales y echar a estudiantes, médicos y comunidades de
los espacios ya conquistados, lo cual causó una toma de la ciudad que
obligo al gobierno Nacional a intervenir y entregar a las comunidades
los espacios. Hoy es candidato a presidente. Qué dictadura es esta…
El programa de gobierno de Capriles es el programa económico de la reaccionaria burguesía venezolana
Al resultar electo como abanderado de la
oposición para enfrentar a Chávez en las elecciones del 07 de Octubre,
Capriles ha afirmado que el es un hombre “progresista” y que “no es la hora ni de la izquierda ni de la derecha, es la hora de Venezuela”.
Al ser consultado respecto a las
empresas del Estado y a las nacionalizaciones que ha realizado la
Revolución, afirma que deben ser revisadas y que él llamará a los
empresarios y les preguntará “¿Qué vamos a hacer con estas empresas?”. Afirma que si los empresarios lo aceptan, las empresas volverán a sus manos “legítimas”.
Cabe destacar que entre estas empresas se encuentran las siderúrgicas
de Guayana, las hidroeléctricas, termoeléctricas y demás plantas de
generacion de energía eléctrica (CORPOELEC), la telefonía nacional
(CANTV), las cementeras, las industrias del agro y puertos, entre muchas
otras cuyas nacionalizaciones han significado un triunfo histórico de
la revolución socialista en Venezuela y América sobre la fuerza
reaccionaria del capital, triunfo que sin duda alguna será defendido por
la clase obrera y el pueblo el 7 de octubre.
En lo que a la política petrolera se
refiere el candidato de la contrarrevolución afirma que PDVSA no será
privatizada, pero revisará la forma en la cual funciona. Desde el punto
de vista de la derecha, PDVSA no debe aportar a los proyectos sociales,
ni rendir cuenta al fisco nacional como una empresa de todos los
venezolanos y venezolanas. La misma sólo debe encargarse de producir
petróleo. Para esto fomentará “alianzas con empresas conexas y con
países que contribuyan al desarrollo de la inversión extranjera”.
Asimismo, en materia agraria los
latifundios que han sido expropiados por la revolución hasta ahora,
serán devueltos a los terratenientes en respeto a la “propiedad
privada”.
El discurso de Capriles se ha centrado
en la promesa de un futuro mejor, de un país de oportunidades con una
educación de calidad y sin “adoctrinamientos”, de unos empresarios
comprometidos con el desarrollo y “respetuosos” de los trabajadores. Un
país en el que el lobo pastará con las ovejas y no habrá lucha de
clases.
La Realidad
Chávez cuenta con un apoyo muy grande
entre la población que lo ve como líder de la Revolución, enfrentado al
Imperio con la certeza de que la burguesía no volverá. Su popularidad ha
venido creciendo en los últimos meses y definitivamente no será nada
fácil para la burguesía apátrida ganarle en las elecciones de Octubre.
Capriles insiste en que su proyecto
representa el futuro y afirma que Venezuela es un país en crisis porque
“el gobierno se dedica sólo a hacer política”. Jura y perjura que no
acabará con las misiones creadas por Chávez sino que va a mejorarlas.
Todo esto junto a una cantidad de promesas que cualquier venezolano o
venezolana compartirían: Paz, prosperidad, educación, salud, progreso,
etc… Todo esto suena muy bonito, pero el gran dilema es: ¿Cómo piensa
lograrlo?
¿Privatizar las empresas del Estado y
hacer que regresen los patrones nacionales y extranjeros expoliadores
del pueblo y de la clase obrera? ¿Qué pensaran los sindicatos, consejos
de trabajadores y comunidades de esto? Las misiones sociales de la
revolución se sostienen con los recursos de las empresas del Estado.
CANTV por ejemplo, destina parte de sus recursos a la Misión Sucre,
PDVSA se encarga de la Misión Robinson, Barrio Adentro y la Misión
vivienda y así con todas las demás. Si vas a privatizar, ¿Cómo sostener
las misiones y mejorarlas? ¿Qué pasara con la Banca? ¿Volverán los
banqueros ladrones, los créditos indexados, las cuotas balón?
Promete un mejor sistema de salud,
educación, seguridad social. La pregunta ¿Privadas o públicas? Esto
nunca es aclarado en sus alocuciones y discursos…
¿Volverán los militares de plaza
Altamira y de abril de 2002 a mandar en los cuarteles? ¿Podrán desmontar
las milicias de las cuales constantemente hacen chistes? ¿Podrán
desmantelar las fuerzas armadas sin que los soldados hagan algo? ¿Y los
trabajadores petroleros, campesinos, amas de casa y demás? ¿Podrán
realmente en nombre de la libertad de expresión cerrar los medios
públicos y comunitarios? ¿Y todavía piensan que no va a pasar nada?
La verdad es la siguiente
Despues de 12 años de feroz lucha
contra la Revolución Bolivariana, la burguesía nacional e internacional,
el gobierno estadounidense, los banqueros ladrones, los narco
paramilitares, y un largo etc. vendrán a cobrar todo lo que han
invertido para tumbar a Chávez y vendrán a destruir la Revolución y sus
logros sociales, y no hay forma de hacerlo de manera pacífica. Sin duda
esto significaría una batalla campal ya no en las urnas electorales sino
en las calles, y los resultados, podrían no ser muy alentadores para la
burguesía nacional y su desgastada clase política.
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